La imagen se repite cada año y resume el drama de cientos de familias en el departamento de Sucre. Es la inundación del barrio Tacaloa de Sincelejo, donde las lluvias de la noche del lunes y de la madrugada del martes inundaron viviendas y el CAI de Policía.
Carros y motos bajo agua son los daños más visibles que provoca la temporada invernal en la capital sucreña, donde 11 barrios resultaron inundados.
Nueve municipios afectados
En el departamento hay otros ocho municipios afectados: Corozal, Tolú, Coveñas, San Onofre, Ovejas, Majagual, Caimito y Sucre (Sucre), según informó Carlos Carrascal Sierra, coordinador de la oficina de Gestión del Riesgo de Desastres.
En Corozal el desbordamiento del Arroyo Grande provocó inundaciones en sectores aledaños y el cierre temporal del puente que conduce al municipio de Betulia mientras las autoridades evaluaban los daños.
En Tolú hay sectores como el corregimiento de Puerto Viejo donde el fuerte oleaje provocado por el huracán Iota ha inundado establecimientos cercanos al mar.
Lo mismo pasa en el municipio de Coveñas, donde, además, sectores residenciales se han inundado por el desbordamiento del arroyo Amasa Guapo.
En San Onofre está la situación más crítica del Golfo de Morrosquillo; en el corregimiento de Boca Cerrada hay 21 viviendas casi con pérdida total por una marejada derivada del huracán y otras 40 con daños en techos.
La comunidad pide a las autoridades competentes que draguen cuanto antes Caño Rico, porque este es una barrera contra la fuerza del mar y evita las inundaciones. El caño está sedimentado pese a los llamados reiterados de la población.
En el municipio de Majagual aumentó el caudal del río Cauca y el agua ha entrado a sectores urbanos, lo mismo que en Sucre-Sucre. En Caimito el río San Jorge también ha causado una emergencia similar.
La Gobernación de Sucre anunció la conformación de un banco maquinaria, de otro de materiales y la entrega de ayudas humanitarias.
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