Tan pronto se conoció en Sucre del primer caso confirmado de COVID-19, redes sociales como Facebook y WhatsApp estallaron en especulaciones sobre la identidad de la persona contagiada.
La foto de la supuesta enferma se ha viralizado y los comentarios son diversos, muchos de ellos, negativos.
El Gobierno nacional se ha abstenido de informar datos particulares de los contagiados, marcando una línea de información tanto para los medios como para la ciudadanía en general.
Los motivos pueden ser muchos, pero el más importante a considerar es que en Colombia la historia clínica es un documento privado, según el artículo 34 de la Ley 23 de 1981. También hay sentencias de la Corte Constitucional.
Solo puede ser conocido por terceros con autorización previa del paciente o en otros casos excepcionales.
Pero eso no es lo que ha sucedido en estos tiempos de pandemia donde exponer públicamente el rostro de una persona enferma de COVID-19 puede generar riesgos para su salud emocional y para su integridad personal y familiar.
Cuando en Sincelejo se conoció, antes de la cuarentena nacional, del caso sospechoso de una niña italiana que había llegado a la ciudad, la familia denunció tratos discriminatorios después de que se filtraran detalles de ellos.
Y con el caso de la futura médico que estaba en Cartagena, primer caso positivo en Sucre, los juzgamientos y señalamientos tampoco se han hecho esperar.
El gobernador Héctor Espinosa Oliver, en un audio enviado a la prensa, insistió este lunes 30 de marzo en la necesidad de que la intimidad y confidencialidad de los pacientes sea respetada.
«Tenemos que tener la madurez, respetar la confidencialidad, la intimidad de las familias, porque cualquiera de nosotros puede resultar contagiado, no podemos estar acusando a nadie ni revelando las identidades que, además de ser un delito, es una falta de ética, una falta de compasión, una falta de piedad, una falta de consideración con las familias», sostuvo el gobernante.
Espinosa aseguró que la Gobernación ha establecido unos protocolos, como la habilitación de líneas telefónicas para que quien tenga síntomas o haya viajado lo comunique.
«Este virus es una pandemia, no respeta pinta, se van a enfermar ricos, pobres, blancos, negros, chiquitos, grandes. Se decía que los adultos mayores eran los de mayor riesgo, pero hemos visto cómo varios jóvenes se han contagiado», añadió.
De la persona contagiada precisó que ha sido muy responsable y que ha cumplido con las medidas sanitarias.
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