Tres días antes de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de las Desaparición Forzada, instituido por la ONU, un emotivo homenaje recordó en Sincelejo a quienes han vivido en carne propia este delito.
El acto lo protagonizaron madres y otros familiares de las víctimas quienes participaron en un foro en Cecar con asistencia masiva de la sociedad civil.
Carteles al pecho, mordazas y vendas se veían en los rostros de las mujeres, pero lo más diciente eran los primeros por contar lo que han sido los años sin sus seres queridos.
«A mi hermano no lo puedo abrazar».
«Quisiera que los zapatos de mi padre me llevaran a él».
«A mi esposo no lo puedo besar».
«Hace 19 años no puedo escuchar a mi hijo decirme ‘mamá'».
«A mi hijo no lo puedo acariciar».
«Cuando escucho tu canción favorita, quisiera que sonara tan fuerte que donde quiera que estés la escucharas».
La Red de Víctimas Tejedoras de la Memoria, que preside Rumalda Paternina Oviedo, fue el centro del evento por congregar a los familiares de las víctimas de la desaparición.
El foro fue organizado por el área de proyección social de Cecar y a él también fueron invitados la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidos y de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Estas tres instituciones conforman el Sistema Integral Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición creado por el Acuerdo de Paz de La Habana.
Para las víctimas, según explicó Íngrid Vergara, vocera del Movice en Sucre, esta es una esperanza para las víctimas de la desaparición forzada de saber algo de quienes un día fueron llevados a la fuerza.
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