Un problema de años que parece interminable es el uso de celulares por parte de internos de la cárcel La Vega de Sincelejo.
Problema, aparte de legal (porque está prohibido), de seguridad, porque está comprobado que de ese penal han salido llamadas a ciudadanos de Sucre y fuera de él para extorsionar y amenazar.
Un reciente allanamiento de la Policía en el patio 4 arrojó la incautación de 36 teléfonos móviles, y lo que es peor: poco después de ese operativo, presos grabaron un video, al parecer de celular, y lo enviaron a medios de comunicación.
Es decir, quedó, por lo menos, un celular fuera del alcance de las autoridades y de la misma guardia del Inpec, que es la que responde por la seguridad en las cárceles.
El video que el preso se hizo grabar fue para denunciar que durante el allanamiento el Gaula de la Policía les había destruido abanicos, equipos de sonido, televisores, ropa y zapatos, violando sus derechos como internos.
Pero el denunciar esa situación mostró que siguen en poder de celulares y nadie responde por el ingreso de los mismos.
«Conocimos de este video y el Comando del Departamento, a través de la inspección general, ordenó la apertura de una indagación preliminar para esclarecer estos hechos que son dados a conocer. Tengan la total certeza de que estos hechos serán objeto de verificación de control disciplinario de la Policía», señaló el coronel Wilson Novoa, subcomandante de la Policía en Sucre.
Durante el operativo, la Policía se incautó, aparte de los teléfonos, de 60 gramos de base de coca, 25 gramos de marihuana y 36 armas cortopunzantes.
Sobre el celular con que el parecer grabaron el video, el coronel Novoa precisó que «pudo haber ocurrido que se pasó algún elemento o que después de haber terminado el operativo tuvieran acceso a este elemento».
«Lo cierto es que los miembros de la guardia y de la Policía Nacional que estuvieron en dicho operativo fueron muy rigurosos y respetuosos de los derechos humanos de las personas que se encuentran allí recluidas», añadió.
La Policía anunció nuevos allanamientos ante el evidente uso de equipos móviles en la cárcel.
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